Antes de emprender un viaje es importante asegurarse que los objetos que llevamos se encuentren bien acomodados en el baúl y no en la fila trasera o asiento del copiloto, ya que en caso de un accidente, dichos objetos se pueden convertir en proyectiles.
Si sos de los conductores que por apuro o comodidad prefieren utilizar los asientos libres como zona de carga, vale la pena que abandones ese hábito por muy práctico que te resulte. Está comprobado que en caso de un accidente o una frenada de emergencia, los objetos sueltos en el habitáculo pueden convertirse en una amenaza mortal, ya que salen disparados golpeando a los ocupantes.
Para que lo anterior suceda no es necesario circular a altas velocidades, basta sufrir un accidente a 50 km/h para que los objetos que se encuentran sueltos sean catapultados multiplicando su peso entre 30 y 50 veces. Esto quiere decir que si llevamos un portafolio o una mochila de unos 10 kilos, su masa se incrementaría hasta 500 kilogramos. Indudablemente esto puede tener consecuencias desastrosas, especialmente para los más pequeños, que son los que por lo general los que viajan en el asiento trasero del vehículo.
Debido a esto, TODOS los objetos pesados deben viajar siempre en el baúl. Para las SUVs y hatchbacks, lo mejor es colocar las valijas y bolsas pegadas al respaldo del asiento trasero y desplegar la persiana, en el caso de que tu vehículo no cuente con ella es recomendable adquirirla, o bien comprar una malla para colocarla detrás del asiento trasero.
Si por algún motivo llevamos demasiadas cosas y la zona de carga resulta insuficiente, los objetos que sean colocados en el asiento trasero deben ser sujetados con los cinturones de seguridad, aquellos que sean demasiado pesados deben ser acomodados en el piso.
Así que por muy poco tiempo que tengas o aunque sólo vayas a recorrer distancias cortas, no olvides de guardar tus cosas en la cajuela y no en los asientos traseros.
